Nuestra Historia
Breaking Free comenzó como una visión en el corazón de Scott Mormon que se remonta a 1988, después de que el Señor trajo sanidad y liberación a su vida tras una dura batalla contra la adicción, el encarcelamiento y el quebrantamiento. Scott sintió de inmediato el llamado de extender la mano y ayudar a aquellos que experimentaban sentimientos similares de desesperanza.
En 1992, después de tres años de evangelismo en las calles y de guiar a cientos de adolescentes a Jesús, Scott comenzó a trabajar en un rancho para niños en Davisboro, Georgia. También en ese tiempo, inició una iglesia misionera en el corazón de una zona de bares universitarios, donde pastoreó durante cinco años.
En 2004, abrió el primer programa de Breaking Free centrado en Cristo, lo que él llama un "programa de regeneración," para hombres jóvenes de 18 a 25 años que luchaban con la adicción. Este programa fue establecido en una zona rural de Georgia. Scott sintió convicción de NO cobrar por ninguno de los servicios que ofrece Breaking Free, recordando que nuestro Señor Jesús dio TODO gratuitamente y que, por lo tanto, debemos dar gratuitamente también.
En 2007, el Departamento Correccional de Georgia le pidió a Scott que iniciara un programa de Breaking Free Men's para delincuentes violentos. Ese mismo año, Scott también fundó la primera Escuela de Capacitación de Liderazgo de Servicio. Hoy en día, hay escuelas de formación en Costa Rica y Plano, Texas, que ofrecen enfoques prácticos de formación de vida para aquellos llamados a servir como ministros del evangelio de Jesucristo.
Para 2010, Scott reconoció la necesidad de este tipo de ministerio en el área de North Dallas Collin County, donde creció. Dio un paso de fe para expandir el programa para hombres en Texas, con el deseo de no solo ayudar a los jóvenes atrapados en la adicción, sino también ofrecer apoyo a sus familias.
En 2012, Breaking Free comenzó su trabajo misionero en el sur de Costa Rica, ministrando a la empobrecida comunidad indígena Ngäbe y al querido pueblo costarricense.
Ese mismo año, Scott adoptó informalmente a seis niñas y un niño que habían perdido a su madre a causa del cáncer y no tenían un padre presente en sus vidas. Todos tenían 18 años o menos en ese momento; ahora son adultos y supervisan ambos programas de Breaking Free Costa Rica.
En 2014, tras escuchar a muchas personas compartir la necesidad de ayudar a mujeres jóvenes que enfrentaban adicciones u otros problemas que controlaban sus vidas, Scott decidió iniciar un programa para mujeres jóvenes. Ese año, Breaking Free acogió a sus primeras cuatro residentes en un hogar de recuperación.
En 2016, Breaking Free inició una campaña de ayuda para refugiados africanos sin hogar en La Spezia, Italia.
En 2020, se estableció Breaking Free Costa Rica II en la costa del Océano Pacífico, en otra zona muy pobre del suroeste de Costa Rica.
En 2022, Breaking Free Community Outreach comenzó a alimentar a alrededor de 125 madres y niños cada semana en East Plano. Además, se entregan semanalmente 60 comidas calientes a las personas sin hogar en la misma área.